jueves, agosto 03, 2006

Locus Amoenus

Es extraño. Anoche soñé con esas palabras. Es la visión ideal de la naturaleza, el paraíso (lo aprendí en clases). Y tiene sentido que lo haya soñado. Porque estoy muuuuuy aburrida. En mis últimas vacaciones no fuimos a ningún lado y ahora en mis vacaciones de invierno estoy aquí encerrada con unas ganas inmensas de salir, tener actividades vacacionales. Pero estoy preocupada por lo de mi práctica que aún no consigo y no estaría tranquila fuera de la casa. Tampoco lo estoy dentro de ella.

El otro día salí a dejar una carta de presentación y pedir que me devolvieran la plata de la entrada para Pavarotti, y después aproveché de pasear por Providencia. Caminé mucho. Entré a todas las librerías. Pero a pesar de todo lo que hice y que hasta me compré un libro de la filmografía de Billy Wilder, no me sentía satisfecha. En medio siempre flotaba lo de la práctica y además tenía mucha rabia porque después de todo un fin de semana con esperanzas en el ministerio donde fui me dijeron que " el departamento de traductores no quiere gente en práctica".
Para mí, disfrutar las vacaciones tiene que ver con pasear, ir a sitios sin ninguna preocupación, hacer cosas que perduraran en mi memoria, una recolección de buenos momentos. Lamentablemente es difícil disfrutar si se tiene la cabeza llena de cosas. Por ejemplo, tengo que hacer varias cosas en el computador, pero me molesta pensar que podría hacer otra cosa con ese tiempo, porque todo lo del computador me absorbe toda la tarde y después quedo más cansada. Siento en este minuto que he desperdiciado 2 días, y sé que mañana será correr correr correr, porque no quiero desaprovechar el día, así que querría ir a pedir más cartas a la universidad y en realidad no se me ocurre que más, todo necesita plata. Seguro caminaría sin rumbo fijo, tal vez por irarrazabal, y después volvería demasiado cansada a la casa como para cocinar. Cuando menos lo piense serán las 6 y tendré que prepararme para ir a tap. Me acostaría rendida a las 2 de la mañana, porque cada vez que vuelvo me da por ver series en el cable y cualquier estupidez. No sé por qué.

Quiero mi propio paraíso, dónde pueda hacer todo lo que me gusta sin preocuparme por el tiempo. Ojalá se pudiera.

(Eso es lo que me avisa mi sueño de anoche. Eso, y que algún efecto me hizo el optativo de literatura medieval. :) )

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