martes, julio 31, 2007

Un largo día

Esto de ponerse al día en todo lo que se ha dejado pendiente es bastante cansador. Ayer intenté levantarme temprano pero me quedé dormida. Desperté a las 12:30. Estaba con flojera crónica. Yo creo que se detonó porque estuve con bronquitis y estar en cama quita las ganas de cualquier cosa. Igual me sentía con mucho más ánimo de hacer las cosas que el sábado y el domingo.

Me puse a chatear en el msn y estuve en eso hasta las 16 y algo. De ahí ya me puse las pilas y pasé el resto del día ordenando mi pieza. Hasta tarde. Igual debí descansar. Porque mi mamá salió con que hoy día necesitaba que la remplazara un rato en la librería. A mi pesar, hoy, martes, me levanté temprano...y luego descubrí que no tenía llaves para salir de la casa, las tenía mi mamá en el auto. Al final tuvo que traérmelas y dejó un rato a mi abuelita cuidando el negocio. Ahí estuve, muerta de sueño (y de hambre) hasta las 15, porque tenía que ir a buscar la evaluación de mi práctica. Lo lindo fue que en la librería los que venían se alegraban de verme (¡oh, no puedo ser tan egocéntrica!). Luego de comerme un sandwich, partí.

Lo del museo fue bastante rápido, me entregaron el sobre, cerrado, y ya. Tuve la tentación de abrirlo y leer que decía, pero no, me aguanté y lo llevé tal cual a la universidad, donde lo abrieron frente a mis ojos. Estoy feliz porque me evaluaron bien.

No me demoré mucho en llegar a la casa. Ahora cuesta menos tomar micro (llegué como a las 17). Y ahora seguí ordenando. Quedó tan linda la pieza, con cubrecama nuevo y todo (¿mencioné lo feliz que estoy con mi camita nueva?). Lo malo fue que la perrita arruinó mi felicidad, porque se subió a la cama y cuando vió al gato se emocionó tanto que se hizo pipí. Harto. Ahora estoy lavando el cubrecama. ¡¡¡ Estoy exhaustaaaaaaaa....!!!

¿Que más? ah, sí,sí, sí...el papelito ya llegó a destinatario.....ahora que efecto habrá tenido, eso lo veremos...

viernes, julio 27, 2007

Comenzando de nuevo

Terminé mi práctica. Luego de tantos meses, al fin traduje completamente el libro sobre Lichtenstein. Por cierto, gracias a todos los que me ayudaron y me apoyaron. Ahora estoy en un momento de "veremos".

A ver, me fui de la librería y la eché mucho de menos, tal como ya conté en los posts anteriores. Sigo echando de menos. Cuando terminé el libro, tras varios días sin sueño y mucha tortura mental, tuve que ir a dejar el trabajo a la biblioteca, estando medio enferma. Pasé a la librería a anillar el libro. Encontré todo muy distinto, aunque después me di cuenta de que todo estaba igual fisicamente, faltaba otra cosa. Podría ser yo. Partí a la biblioteca y más tarde volví a la librería, donde me quedé a almorzar. Les cuento que el niño veraniego ni se había acercado a la librería en este tiempo y el papelito que le dejé sigue ahi. Creo que se va a desintegrar finalmente, porque yo estaba tomando sol y lo vi a él en lo mismo en la otra esquina. Yo, inocente, pensé que él se acercaría, porque ya saben como soy yo, no voy a andar persiguiendo a nadie a mi edad....espero que se tomen una mínima molestia....como caminar...pero no, no hizo nada...pareciera que el esperara que yo fuera. Pensaba que si me vió debería haberse acercado, ya que nos conocemos, digo yo. Al final eso me apestó mucho, y me entré no más. Después fui a comprar un café pero no lo vi. Y yo había llevado el papel por si acaso. Bueno, será. Eso me quitó las ganas de insistir en lo del papel. Ahi está y si va bueno, si no allá él.

Al otro día tuve que pasar a la librería por otros motivos, más bien de transporte (y además tenía la garganta súper mal) y con tanto ir al centro me enfermé más y ayer me quedé en cama con bronquitis. Eso si que es deprimente. Pensar en que terminaste con lo de la universidad, no tener un trabajo estable, no tener nadie y que más encima todos tengan sus planes....ah y estar ahi toda horrible con cara de enferma, sola...guácala. Me tapé hasta la cabeza y dormí varias horas de la tarde, ni yo me podía soportar y me dolía la cabeza de pensar en el futuro.


Hoy ya estando mejor fui a las clases de inglés que estoy dando, al menos eso es un buen comienzo. Pero aún estoy con la sensación de un futuro en blanco.

jueves, julio 05, 2007

El último día...

Hoy fue mi último día en la librería. Un día como todos. Por eso tal vez me dió pena irme. A medida que pasaban las horas pensaba: la última vez que hago esto y esto y esto. Eso sí el cambio trae cosas nuevas también y así me doy ánimo.

Mentalmente pasé todo el día revisando las cosas que extrañaré y las que no. No extrañaré a los locos, eso es definitivo. Tampoco el frío, los apoderados tacaños, la gente apurona y la gente que llegaba a la hora de almuerzo diciendo "provesho". Lo que menos extrañaré y en realidad preferiría eliminar sería la poca privacidad de la librería. No es que quiera estar sola pero extraño tener mi espacio, comer tranquila, en una mesa, pasar una tarde de frío leyendo o viendo una película, bien abrigada. Si es con compañia mejor, pero claro, en el negocio no es muy acogedor que digamos. Uy, voy a disfrutar mi cama nueva :P....tengo horas de sueño atrasadas.

Lo que extrañaré me costó mucho más, pero la nostalgia me invadió a medida que iban apareciendo esas cosas. Por ejemplo, darle comida a las palomas, ver a la pandilla de la Rufina, regar el arbolito, hablar de origami con un taxista, hacer manualidades en los ratos de ocio, hacerle ropita a José Armando el dinosaurio, los piropos de Don Héctor (el viejito que decía yo), mis admiradores sub 12, conocer gente distinta, ir a comprar el café (aunque cuando llovía y tenía que ir y volver,aghh), ayudar a las mamás a hacer tareas, el vendedor de diarios que le dice "papi" al Christian, el vendedor de Prisa que siempre llega como helado ( y que me deseó mucha suerte ya que me voy), tomar sol en el auto, reirme con mi mamá....etc, etc. Es gracioso pero tras mucha meditación me di cuenta que lo que más extrañaré es algo que no sucedió hoy...son esos momentos con el niño veraniego, en serio, es un sol, me habria gustado conocerlo más (dicen que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes). Hoy me acordé de él y me di cuenta de que no me despedí , le conté que me iba no más (pero no se iba acordar que era hoy.) Me dió mucha pena, tanta gente que pasa por nuestra vida, y pasan no más...y es terrible pensar que será algo que mirar hacia atrás. Y sé que me voy a acordar de él para siempre. Qué loco. Ojalá lo vea de nuevo.

Ya me voy, mañana pondré más impresiones...ahora quiero descansar....además tengo un gatito enfermo que está súper mal... y mañana llega la cama :P...¡estoy cansada!

domingo, julio 01, 2007

¡Oh!, ¿y ahora quién podrá defenderme? (loco número 2)

Vino poca gente durante la tarde, así que seguí tomando sol, después de almuerzo. Todo bien. Yo entré a buscar algo o a decir algo, no sé, y al salir el Christian me comenta que pasó un gallo sin polera. Hacía calor, pero no para tanto. Aunque no me extrañó, porque ya hasta hemos visto gente que se cambia de ropa mientras espera la micro (esto quiere decir que que el niño veraniego perdió el título como el más desabrigado). Bueno, no le di mayor importancia al asunto y seguí asoleandome, ahora estirada sobre el capó...mirando las nubes.

Compré un helado y luego el Christian hizo lo mismo. Mi mamá compró un plátano. Estabamos ahi todos de los más vacacionales cuando pasa un loco estilo cavernícola con una parka en la cabeza. El Christian me explicó que era el mismo que pasó a torso desnudo. No hay problema con que pase, ya, la calle es libre. Pero ¡tenía un olor! ¡guácala! se sentía en toda la cuadra, era a humedad...muy fuerte. Mi mamá djó de comer plátano porque le dió asco. Nadie quería salir del negocio del lado porque el loco se paró afuera, y además los negocios se impregnaron del olor. No es por ser despectiva pero fue asqueroso. Nadie sabía que hacer. Iba de un lado a otro de la cuadra, mirando hacia adentro de cada local. Mi mamá cerró la puerta un rato. La Rufina y su pandilla (los perros de la botillería) le ladraron hasta que lo corrieron de ahí...pero volvió a nuestro lado. Yo fui a cambiar plata a la Copec mientras porque en serio en ningún lado se podía respirar. Allá le conté a Johanna lo de los locos del día.

Cuando volví se había ido por un momento. Asombrosamente el Christian seguía con su helado. Yo entré y mi mamá atendió a una niña. Como yo le pregunté a mi mamá sobre el loco, la niña quiso saber de qué loco hablabamos. Mi mamá le dijo que estaba afuera y la niña le preguntó "¿el que se está comiendo el helado?"JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.

En eso se supone que hubo un temblor, el cual ni sentimos. El Christian contó que el loco anunciaba: "¡Viene la catástrofe!".

Pero hubo más locos...mi mamá dice que es algo del sector, pero ya diría que es el colmo. Como son locos menores (señoras con tenidas un poquitín estrambóticas, por ejemplo), no entraré en detalles. Sólo con lo anterior dejo claro el nivel de locura presente. Una de las razones por las que mejor irse, puede ser contagioso...jajaja!
:P