domingo, agosto 28, 2005

Alguien maravilloso

En un día como hoy vino al mundo una persona muy especial. No hablo de mí. En realidad no hablo de alguien que yo conozca específicamente, o personalmente.

En 28 de agosto, de algún año...nació alguien que cambiaría todo, alguien que haría que el mundo fuera un sitio diferente, y mejor. Alguien indispensable. Es más, me pregunto si yo sería la misma persona, si ese alguien particular no hubiese existido y hubiese hecho algo más que existir.

¿Cuántas personas nacen en el mundo cada día?¿cuántas personas interferirán en los destinos del resto de la humanidad de un modo positivo? ¿cuántos nos maravillarán con sus pequeños talentos?¿cuántos intentarán en su paso por esta vida ser más que una vida más entre tantos millones que pasaron por este planeta?

Espero que mi participación dentro de la humanidad sea satisfactoria. Que las cosas que haga trasciendan mi propia vida y sean una semilla para otros seres humanos. Cambiar el destino de la humanidad. Pensar que con solo estar escribiendo esto...Ninguna acción es pequeña, pero debemos estar pendientes de que resulten en cosas positivas. Y eso es lo más hermoso de la vida.

Por eso, hoy te doy las gracias por ser alguien taaaan maravilloso y especial. Donde sea que te encuentres en el universo, quiero que sepas que hiciste un buen trabajo y que influiste en las vidas de muchos. Eso es lo que cuenta. Y si el resto no lo sabe, no importa. Pero como un pequeño regalo: yo me di cuenta. Has iluminado una vida.

viernes, agosto 19, 2005

En pocas palabras...

Así son todas y así son todos. Todo el género humano cortado con la misma tijera.
Buenas Noches.

miércoles, agosto 17, 2005

Hoy quiero perderme en una isla desierta

La segunda parte de lo anterior queda pendiente. Hoy ha sido el día que alcanzé mi límite. Quiero perderme, desaparecer, sin que afecte nada en el mundo....así estaría tranquila, sin pensar en todas las cosas pendientes y las cosas que debí dejar pendientes o definitivamente borrar.
Los miercoles son un día que siempre han tenido la mala suerte de estar marcados como funestos....peor aún si son nublados. Hoy sueno pesimista, pero en realidad el único modo de sacarlo de mi sistema es ponerlo aquí. Es que quiero saber si estoy loca o en realidad tengo razón en las cosas que me atormentan en días como hoy. Es que todo se junta y el día estaba perfecto para el estallido. No un estallido dramático, sino más bien pasivo, introspectivo.

Todo comenzó, bueno todo comenzó mucho antes en realidad, pero lo actual comenzó el día en que tuvieron la brillante idea de asignarme un horario con dos entradas a clase a las 8 de la mañana y dos de salida a las 8 de la tarde. Si fuera sólo eso estaría de acuerdo. Pero no. Tengo que ir y volver varias veces. El día cumbre del agotamiento es el miércoles, que entro y salgo a las 8. Que lindo.

Así con mucha fuerza me dije hoy por la mañana: " iré con ánimo a clases y nada me detendrá de un día constructivo". Ehhmm. No. Fue un gran "NO" del destino. Y parece que se repitió todo el día.

Claro, no me pasaron muchas cosas malas, pero el cansancio me pone a pensar en cada pequeña cosa desagradable. Luego tenemos una graaaaan bola de nieve de problemas.

Por primera vez me fui colgando de la puerta de una micro. Generalmente mi sentido de supervivencia me detiene de hacerlo, pero hoy fue imperativo o no llegaría a Gramática Sincrónica.

Llegué tarde pero pude entrar, menos mal. Y pude enchufarme en la materia. Esta clase a esta hora no me beneficia para nada. Prefiero tener en esta sección, pero el horario, el clima, ¡EL SUEÑO! me están destruyendo. Aunque mi tocaya Ximena Munizaga me anime con su ranking musical, no podría estar totalmente lúcida a esa hora. Sigo soñando sentada. Y mi mano escribe, pero en mi cabeza suceden otros procesos complejos, distintos de la gramática(uno de mis grandes misterios, por supuesto). Lo peor es que cuando por fin estoy enfocada en la clase, se termina. Pero eso no es motivo para bajonearme.

Tal vez es que estoy tan cansada...En todo caso me conozco. Sé que es un pequeño minuto de estrés. Se me olvidan las cosas, y estoy con lata de todo. Lo bueno, es que no es nada vocacional, en eso estoy clara, al fin. Pero mi relación con el mundo me descoloca.

Hoy decía " estoy mucho más madura que hace 3 años, nunca volvería a hacer las cosas de antes, ahora soy mas controlada". Pero como decía, la vida me deparaba una vez más un "NO" es más, yo sola me respondí al pensar que en el fondo soy la misma y seguiré toda mi vida vulnerable a esos errores, por algo soy humana. Pero con lo cansada que estoy y con eso de que vendieron mi universidad (lo cual me tomó por sorpresa)comienzo a preguntarme sobre eso, luego acerca si soy demásiado exagerada al preocuparme tanto por las cosas, luego acerca de si soy muy patética por haber sentido que me he superado y que nada me puede derribar ahora, cuando sé, estoy segura que cuando estoy arriba en cualquier aspecto es cuando estoy más vulnerable.

Los días nublados me ponen así, me dan ganas de gritar porque siento que no me hago entender, que no saco nada con hablar y hablar, por que estoy taaaan adormecida hoy que no atino a unir una palabra con otra coherentemente cada cierto intervalo de tiempo. Es más ya no sé ni lo que estaba escribiendo.

Quiero un poquito de paz, alejarme del mundo, respirar un poquito, para ver las cosas más claramente, aunque detenerme en mi marcha incesante signifique dejar la productividad de lado. Y no quiero sentirme culpable. Aunque ahora me siento culpable, porque no fui a Modern English Literature (con suerte puedo pensar algo en español es este instante), y estoy aqui sentada escuchando canciones de musicales y escribiendo en mi blog, casi inconsciente.

domingo, agosto 14, 2005

Quiero dar las gracias a las canciones...(se busca una voz...parte 1)


No puedo recordar un solo instante de mi vida en que no me gustara la música. No puedo decir que haya un antes y un después de ella para mí. Siempre estuvo ahí. Puedo decir que hay antes y después de distintos momentos de mi vida, incluso antes y después de algunas melodías o artistas específicos, pero de la música en sí...mmm. Diría que es una enorme fuerza magnética, capaz de mover hasta mi última fibra. Hasta mis más mínimos sentimientos se vinculan a ella.

Cada día despierto con una canción en mi cabeza. Y lo termino de igual modo. Vivo en medio de una constante banda sonora, que me ayuda a resistir mejor los embates de la vida moderna.

No sé porqué es tan importante para mí. Es como si en realidad ese fuera mi idioma, mi lenguaje y mi país de las maravillas. Suena un poco individualista, pero a esta altura de la vida poco me importa, ya sé que al fin y al cabo somos seres individuales y tarde o temprano debemos seguir nuestra propia corriente.

Por lo general yo nado hacia rio arriba, como los salmones, si queremos caracterizarlo. Tengo una idea de mi camino, hacia donde quiero llegar. Parece en contra de todos los demás pero para mi es el camino que debo seguir forzozamente . En este viaje necesito unas cuantas cosas esenciales:


  1. La Música (la cual es indispensable y de la que seguiré hablando a continuación)
  2. La Escritura (si no canto, me muero, lo mismo con escribir, necesito desahogar todos esos pensamientos que andan enredados en mi cabeza)
  3. Los pequeños detalles (adoro los pequeños detalles del Universo, como la belleza puede estar en algo ínfimo. Quiero aprovecharlos mientras viva)
  4. La risa y el llanto (se equilibran entre sí. Prefiero reír claro, y prefiero a la gente que me hace reír. Y si me hacen llorar de felicidad o emoción, mucho mejor.
  5. El Amor en general (siempre es bueno, de quien sea que venga, porque cuando es amor de verdad, no hay nada malo de por medio)
  6. Escalofríos y Latidos (sólo cuando me pasa algo bueno)
  7. Tener algún secreto (no comments)

Volvamos a lo de la música. Al leer esos puntos esenciales para mi existencia me doy cuenta de algo: en todos la música es importante . Es como el oxígeno de todas esas cosas.

No sé por qué siento tal pasión por la música. Sé que cosas me gustan de ella, pero es difícil definir el por qué siempre me gustó tanto. Al parecer está en mi sangre. Y creo que mi abuelita Aurora es una de las grandes responsables del asunto. En segundo lugar estaría mi papá, que siempre que salíamos ponía la radio Aurora (como olvidar cuando salían canciones de los 50's) y la televisión de los años 80 (los musicales en el canal 13).

Mis abuelitos eran amantes de la música clásica. A mi abuelita le gustaba mucho la ópera y siempre en su casa se escuchaba a todas horas. Pero a mi tía y mi mamá no les interesaba tanto. Mi mamá especialmente no la soportaba, según ella por el exceso. Hasta que nací yo. Recuerdo muchas tardes de mi niñez sentada a los pies de la cama de mi abuelita viendo la ópera en la televisión, mientras tomaba la once en una bandeja. Madama Butterfly especialmente, porque recuerdo perfectamente, como si fuera ayer, que en el momento del harakiri me tapé los ojos. Que momentos. Me fascinaba escuchar a Plácido Domingo (aún). Y de tanto escuchar Carmen repetía todas las melodías de la ópera en orden mientras me vestía y hacía mi cama.

Siempre quise ir a la ópera en vivo con mis abuelitos, pero siempre fue muy cara, como para que además de ir ellos me llevaran a mí. Solo hasta hace poco años pude ir. Pero lamentablemente ellos ya no estaban conmigo. Y esa primera vez, al escuchar la obertura de "El Murciélago", la belleza de música orquestada, me trajo recuerdos, y lágrimas. Más tarde, este año, cuando fui a "Carmen", fue el estallido, porque con el solo sonido de la primera nota, empezé a llorar, con lágrimas que saltaban de mis ojos, no me podía detener, eran tantas emociones que se agolpaban en mí. Pensé mucho en mi abuelita. Pero debo decir que no solo es el recuerdo de mi infancia que me hace llorar, sino que las notas en sus distintas combinaciones, al expresar con maestría los sentimientos humanos, penetran mi alma, me hacen sentir dentro de toda la orquestación, como si yo tuviera muchas cuerdas dentro de mi que son pulsadas, para traducirse en miles de sensaciones.

Mi mamá dice que a mi me gusta sufrir, pero la verdad es que la música me hace inmensamente feliz. Cuando escucho un aria de ópera de mi preferencia, o una canción de mi musical favorito quiero saltar, cantar de felicidad, yo diría que es un sentimiento mayor que la felicidad, que me llena.

Quisiera poder cantar por el mundo, pero la vida actual es tan estructurada que se es casi una quimera. Me pregunto " Quiero cantar, quiero bailar, pero ¿tendrá esto un asentamiento definitivo?" Es decir, ¿después que?. Considero que puedo lograrlo, por ejemplo, creo que puedo cantar, pero me da miedo terminar convirtiendo lo que más me gusta en algo que me canse o que me angustie.

Pero ese miedo pronto se va. El otro día fui al ensayo de "Cosi fan tutte", es más, fui a dos ensayos. Y viéndolo maravillada pensaba ¿cómo podría llegar a odiar esto?. Y luego de estar ahí, viendo como funciona todo, lo aprecié aún más. Y confieso, me sentía extasiada con la música. Iría mil veces. Y en el ensayo con piano me hubiera quedado eternamente, no hubiera ido a la universidad más tarde. Habría permanecido toda la tarde escuchando. Es que esa sensación de éxtasis (por decir lo menos) me tenía pegada a mi silla. Pensaba "uy, yo quiero cantar así" o "oh, quiero llevarme un cantante de ópera para la casa" (hasta ese extremo). En definitiva me sentía bien física y psicológicamente.

Espero lograr algo alguna vez en el aspecto musical. De otro modo no estaré tranquila. No me sentiría realizada. Sé mi camino, pero son tantos los trechos que debo cubrir, siento que en un descuido podría dejar uno fuera. Quiero hacer tantas cosas, y el tiempo es tan corto. Nunca hice una banda, no he cantado individualmente aún, siento que he dejado mucho de lado y puede que luego me dé cuenta que se pasó el momento de concretar esas cosas. Pienso, en que debo buscar el modo. Soy joven, es posible, me doy ánimo. Puedo lograr lo que sea, ser escritora, viajar, cantar, tener un negocio. Pero la parte musical es tan grande que a veces parece inabarcable. Pero tiene que estar en mi vida como sea.

Cantaré, aunque por ahora sea solo para mí. No importa. Y por último, si no me resulta, me consigo un cantante de ópera talentoso que me cante todas las mañanas, para llenar de música mi vida y sentir las sensaciones que tengo cuando voy al teatro, todos los días. (Inscripciones abiertas, jaja).