lunes, agosto 10, 2009

Dios y yo

Aunque no lo parezca tengo mi lado espiritual. No lo nombro a menudo, expecto con algunas personas, pero ahí está. Siento que es lo que me ayuda a levantarme una y otra vez.

Desde que tengo memoria oí acerca de Dios. Y hace muchísimos años que creo en Él. Siento que ha estado bien presente en muchos momentos de mi vida. No podría dudar de su existencia o decir que nunca me ha ayudado. Mis recuerdos más antiguos son de cuando al año de edad pedí tener una hermanita. Y resultó. Otros son de cuando tuve que representar un angelito en el nacimiento y aprenderme: "por que de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito, para que todo aquél que en el cream no se pierda, más tenga vida eterna". A esa edad difícilmente entendía lo que era unigénito, pero a medida que crecía (y que entendía mejor el significado de esas palabras)siempre sentí a Dios a mi lado. Desde que nací fui medio debilucha en cuanto a salud, y una de las cosas que tuve fue epilepsia, que incluso una vez estuvo a punto de acabar conmigo. Pero en mi corazón de niña creí, no que Dios me iba a sanar, sino que Dios me había sanado. Y luego de eso, pude comprobar que de hecho la enfermedad había desaparecido, sin dejar siquiera secuelas. Nadie por eso me puede decir que los milagros no existen. Y tenía suficiente edad para recordarlo claramente (9 años).

Con el tiempo mi relación con Dios fue distinta,con sus altos y bajos, y me gusta pensar que es especial. Como ya dije, no hablo mucho del tema, más bien lo guardo para mí, tal vez algo relacionado con que a la gente a veces le molesta la expresión de cualquier creencia. Pero la vida me ha enseñado que hay que respetar lo que creen los otros, amar las diferencias y en vez de atacar, contribuir. No creo que Dios quiera que andemos atacando a otros por lo que creen o por lo que son, siempre que no dañen a nadie. Por eso prefiero rodearme de gente con convicciones, de distintos pensamientos. Qué fome sería si todos fueramos iguales y pensáramos igual.


Yo diría que he peleado mucho con Dios, porque a veces siento como que se acabaron los milagros para mí. Pero luego me doy cuenta de que en la vida todo tiene un propósito y no porque hay veces en que todo sale mal o pasan cosas malas en el mundo voy a pensar que Dios no existe. Mal que mal los que vivimos en el mundo somos nosotros y nos hemos encargado demasiadas veces de arruinarlo. Si no lo hubieramos hecho, todo sería mejor. Pero preferimos culpar a Dios o al diablo.

Quiero creer que todo va a mejorar. Ese es mi mayor problema. Quisiera tener la fé que tuve a los 9 años, pero para mí parece que siempre tuviera sólo esperanzas. Sin embargo, algo de esa fé me queda, aunque no tanto para mí misma, por lo que he visto ahora último. Siempre creo para otros. Cuando le digo a la Tania que ella se va a recuperar y va a estar bien y sana es porque realmente lo creo. Qué daría yo para tener esa fé para todo, para mis cosas también, pero por el momento, al darme cuenta de esto, no necesito más, si no creo por mí, voy a creer con fuerza por ella. Voy a decir y sentir que todo va a mejorar, al menos para ella, y si nada me sale bien a mi, prefiero eso, si es cambio de enfocar toda esa energía en creer lo mejor para otros. Y esto no es solo sobre que mi creencia en la existencia de Dios....es más sobre la importancia de creer y sentir que lo tengo a mi lado ahora que está todo difícil y que seguirá ahi cuando todo se arregle y sepa por fin el propósito de todo esto.

Tengo tantos pensamientos pero ahora me cuesta ordenarlos...no sé si me doy a entender...¿cómo reducir esto a unas cuantas palabras?

No hay comentarios.: