lunes, agosto 27, 2007

La última vez que escribí estaba reemplazando a mi mamá en la librería por un rato durante dos días. Ahora la cosa de los reemplazos se volvió crónica. La semana pasada completa tuve que pasarla allá.

Resulta que el Christian agarró un virus y llamó el lunes pasado a las 6 de la mañana para avisar que no podía ir. Mi mamá acudió a mi, ya que mi hermana, de vacaciones, obviamente se negaría a ir. Lo malo es que yo me había acostado a las 2 Am, así que ya se imaginarán lo feliz que estuve de ir. Más encima había pasado mala noche...aghhhh. Se supone que sería hasta el miércoles, pero el asunto se extendió. Imáginense, yo ahí muerta de sueño, porque perdí la costumbre de levantarme temprano. Más encima aburrida. En la casa también me aburro, pero al menos estoy abrigadita.

El jueves vino a verme mi abuelita a la librería y mi mamá había terminado los chorrocientos anillados que tenía que hacer. Mi abuelita hace tiempo que quería tomar del café que venden en la Copec, pero tiene problemas de presión. Nos decía que ella nos invitaba. Como yo estaba ya prácticamente tirada del aburrimiento, mi mamá insistió en que fuera y acompañara a mi abuelita, pero que ella pagaba el café (así pudimos hacer que sólo se tomara uno chico). En el camino, ¡sorpresa! me encontré con el niño veraniego (ya no tan veraniego eso sí) y se deshizo en disculpas por no hacer nada luego de que le mandara yo mi mensajito. Hombres ingratos no más. Yo no quería recordarle el tema del mensaje, (no pienso hacerlo + de tres veces) pero el lo sacó. A mi lo único que me importaba es que mínimo diera señales de vida, total si quiere correrse del asunto que me diga no más. Los que me conocen saben que prefiero mil veces la sinceridad. Me carga estar en la duda, me paso rollos. Quiero saber sí o no. No podemos estar asi una vez al mes con explicaciones, la vida es corta. (Caso aparte, me acuerdo de lo que me decía mi amigo Carlos que él ignora a las niñas para que lo dejen tranquilo. Yo argumenté que es mucho peor eso, ya saben por eso de "odiame por piedad yo te lo pidoooo" y porque así en el fondo se sienten desafiadas. ¿Será que me están ignorando? :O ) En cualquier circunstancia de la vida es mejor ir con las cosas de frente.

Por otro lado sigo dando mis clases de inglés, así que más cansada todavía. Lo bueno fue que el miércoles la Carmen (amiga de mi mamá) me llevó en su auto, así que no tuve que caminar hasta Avda Grecia para toamr la micro. Y el viernes, mi mamá me pagó un taxi, al que le di mal las indicaciones, estaba cansadísima, no sabía ni mi nombre, y en la clase estaba igual. El taxista me salió conversador más encima, me preguntaba de todo (hasta si veía teleseries) y yo me sentía como zombie. Para peor, hacía mucho frío.

Adivinen qué. Sólo pasó un día y el Christian se cayó y torció un pie. Mañana de nuevo a la librería....buaaaa....hasta cuando?

No hay comentarios.: