sábado, noviembre 07, 2009

Aurora del Carmen

La obertura de la ópera Carmen de Bizet está llena de energía y pasión, pero siempre lloro, por la belleza de la música y porque me recuerda a mi abuelita Aurora, ella me inculcó el amor por la música clásica (y por qué no decirlo, la música en general).
Siempre quise que fueramos al teatro juntas, pero no se pudo. Cuando al fin pude ir, ella ya no estaba físicamente, pero yo la tenía presente. La primera ópera que fui a ver, en realidad fue una opereta, El Murciélago, de Strauss. También significaba mucho para mí, porque me traía recuerdos de tardes de invierno viéndola (antes había más programación cultural sin duda),en especial una versión en que Plácido Domingo dirigía la orquesta. Era nuestro tenor predilecto. Aún es mi tenor predilecto (también me gusta Mario Lanza). Igual a mi abuelita le gustaba escuchar a José Carreras pero no sé por qué yo sentía eso como una traición, jajaja.

Me viene a la mente una vez que casi vamos a la zarzuela. Mi abuelita se enfermó esos días, nada grave, pero se cuidaba asi que no fue. Fui con mi mamá y mi hermana. Recuerdo mi emoción, al llegar a la casa, entrar corriendo a la pieza de mi abuelita con el programa que aún conservo. Contando cada detalle....incluso del español que estaba sentado detrás nuestro y que hablaba como loro.

Otra vez mis abuelitos fueron a ver a los 3 tenores: Domingo, Carreras y Pavarotti. No me gusta recordarlo porque no me llevaron ¬¬. Muy cara la entrada, como siempre.

Así nunca llegamos a ir. Pero alcancé a compartir con ella todo lo que aprendí en el coro del colegio. Mi abuelita siempre fue la única que me habría apoyado para que estudiara algo artístico y que no diera un peso. Cuando estudié diseño, los mejores momentos eran mostrarle mis dibujos a carboncillo. Ella me regaló la libreta donde ella hacía sus propios bocetos. No solía mostrar mucho sus dibujos, ya que mi abuelito era el pintor oficial de la casa jaja....nos entendíamos muy bien con mi abuelita en eso, yo tenía el mismo problema con mi hermana.

Hay tantos momentos que me saltan a la memoria,..recuerdos operáticos. Así, después de que mi abuelita muriera, fui a la ópera y al ballet. Empecé a ir sola incluso, extrañamente a mi mamá no le gusta tanto la ópera. No me importaba ir sola, no me sentía sola. Debo decir además que me produce un enorme sentimiento de felicidad ocupar una de esas butacas rojas del Teatro Municipal. Observar los detalles del lugar. Zambullirme en la música. Es un conjunto que me predispone al llanto.

Vi varias óperas, soy insaciable en ese aspecto. Cosi Fan tutte de Mozart la vi 2 veces la misma temporada, y además vi el ensayo (imaginen mi felicidad sentada en la sala Arrau, escuchando a medio metro, junto a mi las voces y el clavicordio). Fui a ver Tosca, donde aparece mi aria favorita, E Lucevan le Stelle, lloré, para variar. Pero estaba preparada esa vez, la mayoría de las veces lo estoy. Les contaré.

Volviendo al inicio de este tema, Puccinni es mi autor favorito, sus óperas son mis favoritas, sus personajes, la música, todo...pero hay una ópera que me toca la fibra del alma y esa es Carmen. Carmen...Mi abuelita se llamaba Aurora del Carmen. Pero a ella no le gustaba, quería ser sólo Aurora a secas. Pero cada vez que yo escuchaba la inconfundible música de la Habanera, tendría unos 5 años, y ya sabía que "esa es tu ópera tatita Aurora" (a veces le decíamos así). A ella no le gustaría su nombre, y a lo mejor yo no era una gran erudita, pero yo sabía que era su ópera, para mí lo era. Aún lo es. Yo la relacioné con eso. Por eso, cuando pude ver Carmen, en el teatro, en mi butaca de terciopelo rojo, la primera ópera verdadera que veía, sólo al sonar las primeras notas sentí que algo se me rompía dentro del pecho. Lloré los primeros 5 minutos de la ópera. Lo grandioso de la orquesta en vivo me emocionaba, pero sobretodo era la sensación de que al fin estabamos juntas en la ópera.

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