Jarvis en Chile (parte 1)

Apenas supe del recital me puse en campaña para comprar las entradas. Mi mamá necesitaba ayuda en la librería y yo plata, así que quedó resuelto (estoy exhausta pero valió la pena). Me faltaba buscar compañia, aunque si era necesario iría sola. Recordé al Pablo, amigo de mi hermana, fan declarado de Pulp, amante de la música (incluso siente que su misión es repartirla por el mundo). En el matrimonio de la Eli habíamos hablado harto, así que no me costó mucho tomar el ánimo para llamarlo y decirle que fueramos juntos.

Conté las horas y los minutos para el concierto y me junté con el Pablo en Grecia. Tomamos la micro, ultra emocionados, a las 7:30. El concierto empezaba a las 10:30. Después había fiesta Disco 2000 (a esa que iba hace años), de la que nos enteramos el mismo día.

Había bastante gente haciendo fila y nos costó un poco encontrar la que era para cancha. Pronto se abrieron las puertas y al entrar corroboramos lo que yo decía de las ubicaciones: cancha era superior, quedamos muy cerca del escenario, sólo unos cuantos metros, que irían disminuyendo con las horas.

Esperamos, esperamos y esperamos. Una pareja de lesbianas se besaba sin parar frente a nosotros, mejor dicho pegadas a nosotros. El Pablo dice que en no se qué canción duraron como 30 segundos. Consideremos lo apretados que estabamos todos como para que ellas estuvieran así.

Pasaba el tiempo y no empezaba por los problemas de sonido. Nos dolían las piernas y el calor se volvió insoportable. Pero nos mantuvimos en nuestros puestos, habíamos llegado hasta ahi y no retrocederíamos.

A las 23:15, el sueño se materializó: Jarvis Cocker, bailando tal como lo vimos por tv años y años atrás. Sólo para nosotros.

Continuará...