Behold my beautiful sushi

Bueno...los últimos pataleos de las vacaciones. Ya me estoy acostumbrando a decirle a la gente que no hice nada muy especial. Igual estos últimos días algo he hecho.

Por ejemplo he vuelto a la manía por hacer comida japonesa...hasta ya tengo mi aprendiz, jojojojo. Con mi primo Daniel hicimos sushi el otro día y después al compararlo con otro que compramos, encontramos que nos queda mejor a nosotros. Así que hoy nos dedicamos a preparar un banquete oriental...con las fuerzas que nos quedaban. Porque ayer yo volví a mis clases de tap (estaba fuera de training) y el Dani había llegado a las ocho de la mañana.

Según nosotros nos ibamos a levantar tempranito a comprar lo que faltaba en Patronato, incluso él dijo que apenas llegara salíamos. Afortunadamente, las hermanitas Molina (a.k.a mamá y tía) se apiadaron de nosotros (aunque andaban pesaditas) y fueron a comprar.

Hicimos no sólo rolls, sino también tofu, verduras (esas mi madre) y preparamos unas gyosas. Muchísima comida. Estuvo todo listo como a las cuatro. Bastante bueno todo, hubo algunos problemas mínimos, como la falta de woks, por eso el tofu no se marinó lo suficiente (así Daniel conoció el tofu. Su opinión: sabor a papel maché) Menos mal durante la tarde se marinó más y quedó rico. Pero mi primo ya no estaba y bueno, too late.

Otro problema fue que al Daniel los primeros roll casi se le desarman porque les puso mucho relleno, pero al final quedaron como Mega-rolls, ricos igual.

Arrasamos con la comida, después de tanta espera. Igual quedó. (La foto muestra los roll que quedaron) Suficiente para que mi hermana comiera cuando llegó y mi papá probara también. Aún queda sushi. Rolls y arroz suelto. Mañana será otro sushi-day. ¡Oh, qué internacionales!. Y no sólo quedo rico, también bello. Qué top esta familia. Jaja.